sábado, 17 de diciembre de 2011

Confesiones bajo la luna!




Miro el cielo en esta noche estrellada. Tengo la esperanza de encontrarte allí arriba, mirándome con ojos tiernos y cariñosos. Echo tanto de menos tu sonrisa. Pero, ¿cómo echar de menos algo que nunca he conocido? ¿qué nunca ha estado a mi alcance? no puedo explicarlo, solo he tenido ocasión de verla en mis sueños, y ahora que se ha desvanecido la echo en falta. 

Me pregunto cómo será estar en tus brazos y como de cálidos serán tus labios… Tengo la certeza de que cuando tu mirada se cruce con la mía sabré reconocerte, pero tengo miedo de no encontrarte nunca y además, el amor es tan complicado que no se si quiero enamorarme, muchas veces lo deseo y otras me alegro por no haberte encontrado todavía, incluso en ocasiones temo ese momento. 
¿Cómo me contradigo verdad? Primero soy valiente y quiero enfrentarme a los retos del amor. Al segundo soy una cobarde y ya no deseo encontrarlo.  Supongo que los seres humanos somos así por naturaleza, valientes y cobardes, todo junto en un mismo ser, no puede existir una sin la otra, porque la cobardía hace a las personas valientes. Cuando alguien se enfrenta a sus miedos, es cuando de verdad está siendo valiente. 

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