martes, 15 de noviembre de 2011

Mi ángel!





Todas las noches se repite la misma historia una y otra vez.
Todo empezó hace un par de semanas, yo dormía plácidamente cuando en mis sueños apareció de improvisto un ángel de tez blanca y alas negras; su aspecto era el mismo que tiene cualquier chico de unos 19 o 20 años a excepción de las alas.
La primera vez que apareció solo fue durante 1 minuto, en ese tiempo estuvo completamente inmóvil y después desapareció al mismo tiempo que me despertaba sobresaltada para después quedarme otra vez dormida.
A la noche siguiente apareció de nuevo, en esta ocasión presté mas atención a su cara y me resultó familiar a pesar de que estaba completamente segura que a excepción de la otra noche, jamás había visto semejante rostro. Esta vez su expresión era risueña y puede observar la belleza de su sonrisa, se acercó lentamente a mí y me susurro al oído:

-Estoy aquí para hacer realidad tus deseos.

Yo me quedé prendada de su voz, era increíblemente sensual, pasional, misteriosa....
Después de todo esto, ya podéis imaginar cuales iban a ser mis deseos ante semejante ser.
Ahora, he llegado a un punto en que ya no sé si lo que vivo cada noche es real o producto de mi imaginación, solo sé que jamás ninguno de los hombres que habían estado entre mis piernas habían conseguido que mi respiración fuese tan entrecortada e intensa como él hace que sea cada noche; ese extraño ser consigue que toque las estrellas con la yema de los dedos y me hace sentir tal placer que no logro describirlo.

Desde el momento en que probé semejante delicia, no vivo más que para dormir y reencontrarme con aquél al que yo llamo Gabirel. 

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